El hecho ocurrió alrededor de las 16.40 del martes 28 de octubre en una vivienda ubicada en la intersección de calles Mendoza y Quiroz, en el departamento de Rawson. Según la información oficial brindada por la Policía, el adolescente violentó una ventana y accedió al domicilio de una joven de 29 años.
Una vez dentro, provocó destrozos y sustrajo una importante cantidad de objetos de valor, los cuales guardó en una mochila para huir del lugar. El botín incluía:
- 4 cámaras de fotos
- 3 collares
- 2 pulseras
- 1 prendedor
- 1 medalla con su respectiva cadena
- 1 rosario
- 1 medalla de San Nicolás
- 8 relojes de distintas marcas
El operativo policial y la restitución
Tras el robo, personal de la Motorizada II logró ubicar al menor en la zona del barrio Mendoza, precisamente en el cruce de calles Cúneo y Juan Jufré. Al notar la presencia policial, el joven intentó darse a la fuga y descartó la mochila con los objetos robados, aunque fue rápidamente interceptado.
En ese mismo lugar, la damnificada se presentó y reconoció al sospechoso: lo había visto escapar mientras regresaba a su casa. La rápida intervención permitió recuperar la totalidad del botín sustraído.
Finalmente, desde el Primer Juzgado Penal de la Niñez y Adolescencia se ordenó que el menor sea entregado a sus padres, en el marco de las disposiciones legales vigentes respecto a los adolescentes en conflicto con la ley penal.
Intervención judicial y marco legal
La medida judicial se basó en lo establecido por la legislación argentina respecto a menores de edad imputables. En casos como este, donde el sospechoso no supera los 18 años, y dependiendo de la evaluación del riesgo y los antecedentes, la restitución al núcleo familiar puede ser una opción legalmente válida.
Sin embargo, el hecho vuelve a encender el debate sobre los límites de la responsabilidad penal juvenil y la capacidad del sistema para contener situaciones de reincidencia o delitos cometidos con planificación.


