El sistema SUBE en su versión Digital ofrece una plataforma de gestión para los usuarios de fácil uso, mediante la cual pueden pagar sus viajes en colectivo y realizar recargas, además de representar un método útil en aquellos casos donde no se cuenta con la SUBE física.

Para comenzar a utilizar SUBE Digital, los pasos básicos son:

  • Descargar o actualizar la app “SUBE” desde Play Store.
  • Crear una cuenta y validar los datos personales como lo requiera la aplicación.
  • Una vez habilitada, se puede cargar saldo con tarjeta de débito o billeteras electrónicas, hasta un máximo de $40.000, en operaciones que no requieren acreditación.

Luego de haber realizado estas acciones, se puede viajar en cualquier colectivo de la RedTulum, pagando de la siguiente manera:

  • Indicar el destino del viaje al chofer.
  • Apoyar el celular en el lector de la validadora SUBE, o bien generar un código QR desde la app.

No es necesario tener conexión a internet al momento de abonar, aunque sí se debe actualizar previamente el estado de la aplicación.

¿Qué permite hacer SUBE Digital?

  • Registrar la SUBE y asociar nuevas tarjetas, unificando toda la información en una sola cuenta.
  • Cargar saldo con distintos medios de pago —tarjetas de crédito, débito o billeteras virtuales— y validar la carga desde el propio teléfono.
  • Consultar movimientos, saldos y beneficios vigentes en tiempo real.
  • Dar de baja una tarjeta extraviada o reemplazarla sin perder el dinero ni los atributos sociales asociados.

Una de las grandes ventajas de esta transformación digital es la continuidad del servicio ante la pérdida o robo del plástico. Si eso ocurre, el usuario puede seguir utilizando SUBE Digital, ya que su cuenta conserva los datos y el saldo.

¿Cómo se recarga la SUBE Digital?

A diferencia de la tarjeta física —que admite múltiples puntos de recarga presenciales— la versión digital se alimenta exclusivamente a través de canales electrónicos.

Los únicos métodos habilitados son:

  • Homebanking (banca online)
  • Cajeros automáticos
  • Billeteras virtuales (como Mercado Pago, Ualá, Modo, etc.)
  • Carga directa desde la app SUBE Digital con tarjeta de débito.

Este último punto es clave: la propia aplicación permite cargar saldo sin necesidad de terminales automáticas, un cambio significativo respecto a la tarjeta tradicional.

Según informaron desde el Ejecutivo provincial, no existen puntos de carga físicos para la SUBE Digital, ni kioscos habilitados, ni acreditación por terminales. Todo el sistema de recarga está pensado para operar de forma 100% digital.

Medidas de seguridad de SUBE Digital

Para garantizar la identidad del titular y la seguridad de cada operación, SUBE Digital contiene mecanismos como:
– Requisitos de datos personales: el usuario debe escanear su DNI y tomarse una selfie para activar su SUBE Digital, procedimiento que asegura que el trámite lo realice la persona propietaria de la cuenta.
– Token temporal: una vez validada la identidad, la aplicación genera un token con vigencia de 12 horas, que permite recargar saldo y habilitar la tarjeta dentro del dispositivo móvil. Este mecanismo evita el uso indebido de la cuenta y protege las transacciones.
– Pago NFC: el pago del pasaje se efectúa acercando el celular al lector SUBE mediante tecnología NFC, sin necesidad de conexión a internet en el momento del viaje.
– Seguridad individual: SUBE Digital solo puede estar activa en un dispositivo por vez. Si se cambia de celular, se recomienda deshabilitarla previamente o ingresar a la cuenta SUBE desde el nuevo equipo para reactivar el servicio.
Los descuentos y beneficios vigentes, como la Tarifa Social Federal o los atributos locales, continúan activos siempre que el usuario seleccione cuál será su SUBE principal, ya sea la física o la digital. Ambas funcionan con saldo independiente y se asocian automáticamente al DNI del titular.

La Secretaría de Tránsito y Transporte precisó que la SUBE Digital sólo puede usarse en un celular por vez y que no está disponible para dispositivos iPhone, debido a que el sistema iOS restringe el uso de la tecnología NFC para aplicaciones externas.