El Día Mundial del Asma es uno de los eventos de educación y concientización más importantes del mundo. Conocé la voz de un especialista en la patología.

El Día Mundial del Asma es una iniciativa que busca concientizar a la población de las cargas que supone dicha enfermedad a quien la padece y de la posibilidad de tenerla bajo control, llevando una vida saludable sin limitaciones.

En ese marco, se realizó una entrevista al Dr. Miguel Quiroga Barragán, jefe de la Sección Neumología del Servicio Clínica Médica del Hospital Dr. Guillermo Rawson.

¿Qué es la enfermedad del asma?

El asma es una enfermedad inflamatoria crónica de los pulmones, caracterizada por ataques recurrentes de disnea (falta de aire) y sibilancias (silbidos en el pecho). Estos ataques pueden durar horas o días y entre ellos puede haber ausencia de síntomas de enfermedad. Afecta a personas de todas las edades. Es la enfermedad crónica más común entre los niños.

Signos y síntomas frecuentes del asma

  • Disnea (falta de aire)
  • Tos, generalmente seca
  • Opresión en el pecho
  • Puede haber silbidos audibles, llamados sibilancias. Pueden ser percibidos por el paciente o no. Suelen ser detectados en la auscultación durante el examen médico.

¿Cuáles son los factores que desencadenan o empeoran el asma?

Algunos desencadenantes son comunes a todas las personas que sufren la enfermedad, pero hay también diferencias individuales. Cabe citar los siguientes:

  • Alergenos en espacios cerrados, por ejemplo, los ácaros (minúsculos arácnidos, no visibles a simple vista) del polvo, presentes en la ropa de cama, las alfombras y los muebles tapizados, la contaminación y la caspa de los animales domésticos.
  • Alergenos en espacios exteriores (como pólenes y mohos).
  • Humo de tabaco, propio o ajeno.
  • Productos químicos irritantes en el lugar de trabajo.
  • Contaminantes ambientales.
  • Infecciones, en especial las del sistema respiratorio.
  • Otras enfermedades, como trastornos cardíacos.
  • Estrés.
  • También los síntomas se pueden presentar por la risa, el llanto y en algunas personas, por el ejercicio.

¿Cómo se diagnostica la enfermedad?

En general las personas que padecen asma consultan por falta de aire o tos.

Durante la consulta médica el interrogatorio detallado dará importantes indicios del diagnóstico en la mayoría de los casos.

Para confirmar el diagnóstico se realiza una espirometría. Es una prueba en la que el paciente sopla con fuerza en un aparato que registra el volumen de aire espirado o soplado y la velocidad con que logra vaciar sus pulmones de aire. Además, permite valorar en el mismo estudio la eficacia de medicamentos para el asma, lo que colabora en el diagnóstico.

Hay otros métodos diagnósticos que se utilizan para caracterizar algunos tipos diferentes de asma. Se aplican en casos especiales.

¿Cómo es el tratamiento?

El mejor tratamiento es con medicamentos inhalados, en forma de aerosol (llamados comúnmente “puff” o “paff”) o de polvos muy finos que se administran con aparatos de uso sencillo. En el caso de los aerosoles es conveniente el uso de aerocámaras espaciadoras que optimizan el efecto y disminuyen posibles molestias.

¿Cómo es el seguimiento de la enfermedad?

La mayoría de las veces basta con el examen médico periódico, cuya frecuencia se adaptará a la gravedad del caso. Ocasionalmente se repetirá la espirometría, tantas veces como sea necesario, habida cuenta de que es un procedimiento inofensivo para el paciente.

El Hospital Rawson cuenta con un consultorio para los asmáticos, con consultorios programados de la especialidad Neumonología. En este las consultas por asma son muy frecuentes. También se cuenta con los elementos necesarios para el diagnóstico, con lo cual el circuito de tratamiento de la enfermedad está completo.